Este domingo fue un domingo especial, fuí al mercado, ese mercado en el que venden de todo, si necesitas una tuerca limited edition ellos la tienen, si necesitas plumas de repuesto para tu plumero ahí las encuentras, pero bueno, yo fuí específicamente al lugar donde venden animales, si, en esos donde te venden animales exóticos como guacamayas, aves del paraíso, tarátulas gigantes de las islas Mauricio o ranas venenosas de Nueva Zelanda, ahi encuentras de todo, y como logré juntar el dinero suficiente, los 999 999 centavos para cada una de las tres Orcas que quería, me dí a la tarea de darme ese lujo e ir comprarmelas. El vendedor se portó muy amable, aunke muy urgidó por venderlas, yo creo que era por el espacio que le ocupaban en el puesto, aunque podían encogerse tenía que poner en demostración tan siquiera una, pero turnándolas para que no se fueran a cansar, pero bueno, ellas se encontraban en muy buen estado, muy sanas y vigorosas, me dió las instrucciones de cuidado y cómo hacerle para hacerlas pequeñas, de cuánta sal necesitan dónde las guarde cuando estan pequeñas y cuanta cuando son grandes.
Ya en casa me dediqué a conocerlas, dos hembras y un macho, eso se sabe por la aleta dorsal, cuando es triangular recta es macho, cuando es triangular curva es hembra; les puse nombre: a las hembras les puse Luna y Moon y al macho lo llamé Mextli, ya que la luna es el astro que más me inspira, y que nunca pienso tocar, es sagrada para mí, es mi madre.
Empezaré con su entrenamiento mañana por la noche, para que no se deshidraten, que descansen para las noches de batalla que les vendrán... serán algo cansadas. Por lo pronto Darven tratará de hacerlas sentir bien, sí eso haré.