Desearía estar en este preciso momento (incierto temporal) en medio de un desierto, y si pudiera ser en medio de la noche, qué mejor!!! bueno, el lector (si es que existe) se preguntará (si es que le interesa) que para qué demonios!!?? pero he aquí la gran respuesta a tan profunda pregunta: en un desierto no me puedo trompesar (como diría mi hermanito) no hay rocas, ni grandes ni pequeñas, solo arena, un inmenso cielo crepuscular de arena... (suspiro) solo un horizonte interminable, que si cuento con la suerte encontraré su seguimiento, un seguimiento diferente, pero no puedo hablar de esta etapa, porque aún no llego al añorado desierto!!!!...
He tenido esta fijación a los desiertos desde mi infancia, me parecen tan claros, tan inmensos, tan soleados y ensonbrecidos, tan desnudos, tan ellos!! infinitos recorridos, ke duermen en interminables pensamientos... y hoy, precisamente hoy les encontré un defecto... les hacen falta piedras a mis desiertos, piedras como la que hoy me encontré en mi camino, la misma piedra que ya me es tan familiar y que podría decir que forma parte de mí, pero no las quiero de adorno, las quiero para darles utilidad, porque la tienen... tienen su razón de ser, y hoy quiero darle su lugar.
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