martes, marzo 06, 2007

El pancracio

Célebre deporte mexicano de las cachetadas, llaves, vuelos y demás manoseadas.




Érase una vez, un pequeño niño que miraba atento la caja estúpida, inocente, tímido y atento; a través de esas imágenes encontró un 'deporte' en el que los hombres semidesnudos enfundados en máscaras llamativas y coloridas 'peleaban' a golpes de sudor y sangre a borbotones, para salir al final triunfantes en dos de tres caídas sin límite de tiempo y ganar... nunca supe qué.

Este pequeñín tuvo sus ídolos: Atlantis, como lo dijera su nombre, todo un Atlas, ídolo de los niños; el Rayo de Jalisco, el charro luchador, un trueno plantado en el cuadrilátero; Volador Jr. quien hacía honor a su nombre dando de brincos desde la tercera cuerda; Chippendale dejando a un lado los golpes para enloquecer a las damiselas con sus contoneos cadenciosos; el Vampiro Canadiense, cual Cuervo era otro de los favoritos de la muchachada, entre muchos más que han pasado a la historia sin pena ni gloria y otros que aún se mantienen.

El tiempo alejo al joven de los cuadriláteros, al menos de lo cerca que estuvo cuando fue a la Coliseo, aunque su gusto quedó latente en lo más profundo de su alma y sabía que en elgún momento retornaría a sus golpes.

Hoy en día ha regresado a su antiguo placer, con una sed de golpes que hasta lo han hecho dudar si tomó el camino profesional correcto o debería reflexionar y volverse el héroe de miles de fanáticos.


El llamado deporte del pancracio ha sido y será un ícono mexicano por excelencia (después del futbol obviamente) presente en mi vida debido a mi afición por el cuerpo masculino y al voyeurismo de violencia desmedida (llámese sadomasoquismo), pero más allá de lo macho que pueden llegar a verse estos hombres, se trata de un teatro en el que los individuos aprovechan su situación para poder toquetear a sus adversarios, dicho de otra manera jotería.

1 comentario:

diamandina dijo...

Jajaja, mi palabra verificadora es puwto, jajaja, está clarísimo que hasta el blog insiste en sacar a la luz eso que yo te digo que escondas porque es pecado y te hace quedar mal en sociedad. Ash, yo iba a comentar otra cosa, pero es que puwto, jajaja.

Bueh, pues, ahora ya puedes admirar a Metro. ¿Qué más puedes pedir de la vida que un trabajo serio, bienpagado y huevón en un lugar que hasta tiene su propio luchador?


(No me gusta que tu blog esté todo en bastardillas. Va contra el estilo.)